262 Unidad 4 Comprender y evitar sustancias peligrosas Copyright Goodheart-Willcox Co., Inc. Bronquitis crónica es una enfermedad constante que inflama e irrita los tubos bronquiales. Fumar hace que la membrana mucosa de los conductos bronquiales de los pulmones se inflame, lo que estrecha las vías de ingreso a los pulmones. Esto dificulta progresivamente la llegada de oxígeno a los pulmones, por lo que las personas con bronquitis suelen sufrir ataques de tos y presentan dificultad para recuperar el aliento. Fumar e inhalar humo de segunda mano son las principales causas de bronquitis crónica, pero inhalar aire contaminado y humo de productos de tabaco de forma habitual también contribuye a la enfermedad. Enfisema es una enfermedad que hace que las vías respiratorias de los pulmones aumenten de tamaño permanentemente. El enfisema destruye los sacos de aire que conforman el tejido pulmonar (alvéolos), el lugar donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono durante el proceso de respiración. La destrucción de los alvéolos dificulta la respiración aún más. En consecuencia, la persona se ve obligada a respirar más rápido para llevar suficiente oxígeno a los pulmones y al flujo sanguíneo. Este trabajo significa un esfuerzo adicional para el corazón, lo que causa más problemas de salud (Figura 9.4). Asma y otras enfermedades. El asma es una enfermedad crónica cau- sada por obstrucciones en el flujo de aire desde y hacia los pulmones. Cuan- do una persona con asma inhala humo de tabaco—por fumar un cigarrillo o por estar alrededor de personas fumadoras—las paredes de las vías respira- torias se irritan. La irritación puede causar ataques de asma. Además, debido a que el humo de tabaco daña los cilios, la persona no puede eliminar las par- tículas indeseables de los pulmones. Esto implica que estas partículas per- manezcan en las vías respiratorias y continúen generando ataques de asma. De manera similar, el humo interfiere en la capacidad de las personas para realizar actividades físicas, incluso ligeras. Por ejemplo, después de em- pezar a fumar, una persona que solía correr una vuelta a la pista sin perder el aliento podría quedar sin aliento luego de correr la mitad de este trayecto. Esto se debe a que fumar reduce la capacidad pulmonar, y los corazones de los fumadores ya están sobreexigidos antes de comenzar la actividad física. Fumar también debilita el sistema inmune. Tu sistema inmune está com- puesto de órganos, tejidos y células del cuerpo que ayudan a la defensa con- tra agentes que causan enfermedades, como bacterias, parásitos y virus. Los fumadores tienen mayor riesgo de contraer enfermedades por gérmenes que causan resfriados y gripe. El consumo de tabaco puede generar otros problemas de salud. En comparación con los no fumadores, los fumadores tienen mayores factores de riesgo de desarrollar osteoporosis, úlceras, problemas de fertilidad y enfermeda- des de las encías. El consumo de tabaco también puede interferir en la alimentación, ya que al- tera la forma de las papilas gustativas. Cuando los alimentos ya no tienen buen sabor, algunos fumadores a largo plazo pierden el apetito y el interés en la comida. bronquitis crónica es una enfermedad en la que los tubos bronquiales se inflaman y se irritan Debajo, a la izquierda, se muestra un pulmón normal y saludable. A la derecha se muestra el pulmón de un fumador, que ha sufrido daños de muchas formas. Por ejemplo, la irritación constante debido al alquitrán del humo hace que los pulmones de los fumadores permanezcan inflamados, lo que produce una acumulación de tejido cicatricial que reduce la elasticidad de los pulmones. Figura 9.4 enfisema es una enfermedad que agranda permanentemente las vías pulmonares y destruye el tejido pulmonar, lo que hace que la persona tenga dificultad para respirar asma es una enfermedad crónica caracterizada por episodios de obstrucciones en el flujo de aire a los pulmones
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